NO ES UN LIENZO EN BLANCO

    

    El espacio existe antes de ser diseñado por alguien. La naturaleza en sí misma nos brinda experiencias y lugares que pueden ser habitados y llenados. El ser humano utiliza ese espacio existente a su conveniencia. Se podría decir que existen espacios no diseñados por el hombre y que nosotros creamos algo nuevo a partir de algo ya existente.

    La naturaleza existe antes que el hombre, en ella es que encontramos los ríos, cuevas, mares, montañas, fiordos, bosques, cañones y tantos otros lugares impresionantes. Estos brindan espacios y experiencia que no han sido creados por la mente y mano humana, posiblemente divina, dependiendo de como veamos el mundo. Un bosque provee una sensación totalmente distinta a la que puede ofrecer una cueva o una playa y sin embargo son experiencias que tratamos de recrear al momento de diseñar un proyecto.

    La amplitud y tranquilidad de la playa o la densidad y humedad de un bosque son elementos tangibles que los arquitectos inconscientemente incorporan al momento de diseñar. Se busca llevar estas experiencias y sentimientos a través de los espacios que diseñan. Pero, no crean algo de la nada, no hacen un diseño en un plano en blanco. Crean y moldean de acuerdo con un contexto físico, los materiales y el lugar los limitan, pero utilizan un espacio preexistente y lo transforman hasta lograr crear otro nuevo espacio.

    Los espacios existen antes que la humanidad. Un espacio es un lugar que puede ser habitado y que provee una experiencia particular en la que quien lo habita. Los bosques, playas y otros lugares naturales nos brindan esto antes de que el hombre empezara a diseñar. Creamos a partir del contexto, de espacios preexistentes, moldeamos lo que tenemos para conseguir otra nueva experiencia. Solo hay que dejar de enfocarse en las estructuras y cosas que están en un lugar y enfocarse en el espacio que se crea a partir de estos. No usamos un lienzo en blanco, si no que pintamos encima de la obra de arte que es la naturaleza.